lunes, 20 de agosto de 2012

Ensalada griega reivindicadora




Para quien no lo sepa, vivo sola desde hace unos nueve meses; desde entonces trabajo en una oficina y pago mis cuentas como puedo. Lo que más me gusta de vivir sola es que puedo gestionar mi tiempo como me venga en gana; lo que menos (aunque suene a cliché), es que tengo que lavar mi ropa, lavar los trastes, cocinarme diario o comer de lo que cocina doña Martita en mi trabajo y, sobre todo, enfrentar mi mamitis aguda.

Ahora sólo me da tiempo de cocinar de vez en cuando. Además no soy de las que cocina cualquier cosa; nunca cocino carne (y la única vez que lo hice mi novio me dijo que mis albóndigas estaban "comestibles"), casi siempre preparo recetas vegetarianas o postres, claro, sin azúcar ni harina blancas. Es que soy bien especial.

La receta de esta semana fue motivada por dos reflexiones profundas:

1. Si juntas lechuga y tomate, no puedes decir que ya hiciste una ensalada.
2.  Las ensaladas no son un simple acompañamiento de la carne. ¡No, señores!

Los vegetarianos entenderán la trascendencia de estas reflexiones. Es tiempo de dejar atrás los prejuicios culinarios y aprender a cocinar sanamente, a sacar lo máximo de los vegetales frescos sin que nos parezcan aburridos. Esta ensalada es un primer paso.


Ensalada griega


Ingredientes

2 tomates no tan maduros
Sal marina
1 pepino mediano
1/2 cebolla morada
1 pimiento rojo pequeño
1/4 de taza de aceitunas negras
1/2 taza de queso feta

Para la vinagreta:

2 cucharaditas de vinagre de vino tinto
1 cucharadita de jugo de limón
2 cucharaditas de orégano fresco picado
Pimienta negra recién molida
6 cucharadas de aceite de oliva extra virgen


Preparación

Corta los tomates en cubos; pela y corta rebanadas gruesas del pepino (córtalo a la mitad a lo largo y con una cuchara remueve las semillas); pela y corta la cebolla en rebanadas delgadas; corta a la mitad, quita las semillas y rebana el pimiento rojo; enjuaga y rebana las aceitunas.

Sazona los pepinos, tomates y la cebolla con sal. Mezcla los vegetales y añade la vinagreta, probando poco a poco para no ponerle demasiada. Deja reposar la ensalada por unos minutos para que los sabores se mezclen mejor. Antes de servir, revuelve de nuevo y añade el queso y las aceitunas. Añade el resto de la vinagreta.

Puedes servir la ensalada sobre hojas de lechuga romana y añadir unas cuantas anchoas en salmuera (escurridas y enjuagadas).

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