Los xoconostles son unos frutos pequeños similares a las
tunas, aunque a diferencia de éstas, son bastante ácidos. Son poco atractivos a
la vista (parecen el hermano feo de las tunas), pero un verdadero tesoro para
los conocedores de la cocina mexicana. Con ellos se hacen salsas, mermeladas y
conservas; se cortan en tiritas, se deshidratan y se les añade chilito con sal
para comer como botana... se me hace agua la boca.
Por si fuera poco, con los xoconostles también se puede
hacer la tarta tatin más rica del mundo (¡háganse a un lado, franceses!). Así
que, la próxima vez que vayan al mercado, no los pasen de largo. Llévense un
kilo. O dos, o tres...
Ingredientes
Para la base
1 porción de masa quebrada (o brisée)
Para el relleno
1 kilo de xoconostle
1 taza de azúcar mascabado
120 gramos de mantequilla
Preparación
El primer paso es retirar la piel a los xoconostles. Esto se
puede hacer fácilmente con un cuchillo, haciendo un corte longitudinal. Cuando
ya estén pelados, córtalos por la mitad y retira las semillas.
Coloca un molde de 24 centímetros (de preferencia
desmontable) sobre el fuego bajo. Derrite la mantequilla y el azúcar y mueve
hasta caramelizar. Coloca las mitades de xoconostle con la parte convexa hacia
abajo, y cuida que no quede ningún espacio sin rellenar. Cocina durante un par
de minutos a fuego bajo.
Coloca la masa extendida sobre los xoconostles y presiona.
Elimina la masa que quede fuera de los bordes (puedes hacer figuritas y
hornearlas como galletas). Haz pequeños cortes con un cuchillo y mete en el
horno precalentado, 180 grados centígrados por aproximadamente 40 minutos, o
hasta que la pasta esté bien cocida. Saca del horno, deja enfriar y voltea.
Excelente receta para poder preparar el xoconostle propiedades que debemos aprovechar para mantener la salud!
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