Hoy fue un día gris en más de un sentido. Llovió mucho,
estoy cansada y tenemos nuevo presidente. Aunque podría volverme emo, ver una
comedia de Sacha Baron Cohen o comerme un litro de helado de chocolate,
prefiero desahogar mis penas en la cocina y escribiendo en este blog.
A principios de junio viajé a Guatemala; conozco bien la ciudad
porque ahí nació mi mamá y la he visitado varias veces desde niña. Lo que más
me ha gustado siempre de esta tierra (además de sus enormes tiendas donde los
chinos venden ropa a precio de maquila) es su comida… y sus paisajes, el color
de la ropa de las mujeres indígenas y estar con mi familia.
Hace más de cinco años que no iba a Guate, desde que murió
mi abuelita. Esta vez, fuimos a lugares nuevos que nadie debería dejar de
conocer: uno de ellos es Panajachel, un hermoso pueblito a la orilla del lago
Atitlán, a su vez resguardado por dos imponentes volcanes. Ahí se venden
artesanías, libros usados y muchos, muchos chocolates. En una esquina, descubrí
una tiendita donde una señora vendía chocolates artesanales con cardamomo,
naranja, clavo, chile y macadamia. Creo que ése se ha convertido en mi lugar favorito del mundo mundial.
En fin, para no hacerles el cuento largo, en Antigua compré
nueces de macadamia y nueces de la india (allá las llaman “nuez marañón” porque
son parte del marañón, una fruta que aquí casi ni conocemos). Así que de
regreso aproveché un rato de ocio (ay, cómo extraño los ratos de ocio…) y me
puse a cocinar con lo que había traído.
Ingredientes
3 peras o manzanas (las manzanas son más dulces, las peras
son de sabor más sutil)
Una taza de azúcar mascabado
Vainilla líquida
¾ de taza de nueces de macadamia picadas finamente
1 barra de mantequilla
Una barra de chocolate oscuro (el mío tenía naranja)
Una taza de harina
Preparación
Cortamos las manzanas o peras en cuadritos y las ponemos en
un cazo a fuego bajo con un poco de azúcar (aproximadamente 1/3 de la taza) y
un chorrito de vainilla. Dejamos que se ablande, se entibie y colocamos sobre
un molde redondo.
Para hacer el crumble, mezclamos la harina con la
mantequilla ablandada hasta hacer una pasta con muchos grumos. Añadimos el
azúcar, una pizca de sal marina triturada y las nueces en trozos. Desmenuzamos
encima de la mezcla de peras o manzanas hasta cubrir por completo. Para terminar,
colocamos trozos del chocolate por encima y metemos en el horno por unos 20
minutos.