Las hamburguesas nunca me han gustado mucho. Cuando era niña y mi mamá
las hacía para la comida, siempre prefería comer otra cosa (seguramente
corazones e higaditos de pollo, que era lo único que comía, horror). Luego
crecí y tuve que enfrentar mi aversión a la carne molida, pero nunca la acepté
como parte de mi menú. Y es que eso de que pase por un aparato que la haga puré
me causa conflicto, no puedo evitar acordarme de la escena de The Wall…
Fue hasta que mi novio me presentó unas hamburguesas que están cruzando
la calle de donde vive (ay sí, mi novio mi novio) que realmente las disfruté.
Un día, mi mamá hizo una receta que me hizo muy feliz: hamburguesas
vegetarianas que no sabían a cartón. Ya saben a cuáles me refiero, a esas de
soya que saben a todo menos a hamburguesa.
Ingredientes
2 zanahorias ralladas
2 calabacitas ralladas
Amaranto tostado
2 huevos
Pan molido
Aceite de oliva
Pan para hamburguesa
Preparación
Mezcla las verduras ralladas, agrega sal marina al
gusto (o salsa de soya) y amaranto tostado y toma un puñado; aprieta bien
para que escurra el agua y compacta, formando tortitas. Pasa por huevo y
empaniza. Coloca en una sartén con aceite caliente y fríe hasta que se
doren por ambos lados.
Puedes usar un pan de hamburguesa convencional, aunque yo
preferí de esos “Thins” de bimbo, son quesque más saludables. Para las papas fritas,
corta dos papas en tiras (ver foto) y sofríe en aceite de oliva. Quita el exceso de grasa con servilletas.
Y de postre, que nunca debe faltar, les recomiendo una rica natilla de cajeta.
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